jueves, 17 de julio de 2008

¿¿Cómo te están tratando??

Un aspecto fundamental en nuestro diario vivir es como nos sentimos ante el trato que nos dan los demás. Hoy voy a revelarte un SECRETO que puede cambiar totalmente tu forma de relacionarte con los demás, que puede convertirte en un GENIO para las relaciones interpersonales. El secreto es: en toda relación, nuestra actitud hacia los demás determinará el modo en que los demás nos responden. En una ocasión, un padre muy apuesto iba a quimioterapia con su hijito de seis años. El hombre era alto, con hombros anchos y cabello oscuro y encrespado, con una gran sonrisa que le iluminaba el rostro. La tierna mirada a su hijo demostraba de forma evidente que el niño era la luz de sus ojos. Y podía decirse que el niño sentía lo mismo por su papá. Cada vez que pasaban ante mí, el niño iba sosteniendo la mano de su padre con fuerza, irradiando confianza en que todo saldría bien porque su papá estaba allí con él. El niño estaba tomando sesiones de quimioterapia, y había perdido todo su cabello. Al día siguiente, el papá estaba calvo. El niñito se detuvo y miró: “Mi papá se cortó el cabello para estar igual que yo”, dijo. Esa es la actitud que hace de nuestro hogar un cielo en la tierra. En toda relación, nuestra actitud hacia los demás determinará cómo nos responden los demás. Jesucristo dijo: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos” (Mateo 7:12). Nuestra actitud hacia los demás determina la actitud de los demás hacia nosotros. Una actitud de gratitud es la llave que libera el poder sobrenatural de Dios. ¿Necesitas un milagro en tu salud, tu negocio, tu matrimonio o en las vidas e tus hijos? La clave está en la actitud de gratitud. Filipenses 4:6 nos dice: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. La actitud de gratitud es necesaria para que sean efectivas otras formas de oración. En realidad, sin la actitud de gratitud, Dios no escucha su oración. Empieza tu momento de oración dando gracias, no enumerando la lista de pedidos y exigencias. El apóstol Pablo nos da un ejemplo del agradecimiento: “Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros” (Romanos 1:8). El agradecimiento primero. ¿Necesitas un milagro en tus relaciones? Comienza por ofrecer al Señor una oración de gracias. Él abrirá las ventanas de cielo para ti. Él te dará casas que no has construido, manantiales que no has excavado y viñedos que no has plantado.

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