jueves, 1 de octubre de 2009

La Ley de los Milagros

Ley 7: La ley de los Milagros

Existe una ley de los milagros. Esta rige la cuestión de la disposición de Dios de alterar el orden natural para llevar a cabo su propósito. Cuando en efecto el rompe ese orden natural, el resultado es un milagro, una contravención de las leyes naturales por las que generalmente El obra momento tras momento. El pone a un lado la manera en que las cosas operan normalmente.

Debemos saber las reglas para los milagros:

  1. Tenemos que quitar los ojos de las circunstancias y los imposibles y mirar a Dios y las posibiliades.

  2. No debemos dudar en nuestro corazón.


Los milagros comienzan con la certeza de que Dios está presente y tiene un propósito. Luego nosotros -su pueblo- trasladamos ese propósito al mundo físico cuando invocamos su poder ilimitado. Lo hacemos con nuestra boca; hablando la palabra del Señor: al monte, a la enfermedad, a la tormenta, a los demonios, a las finanzas que Dios nos desea enviar.

A causa del gran poder que Dios le ha dado a la palabra, es sumamente importante que nosotros los cristianos no usemos la boca para calumniar, profanar, codiciar o hablar necedades.

El tener fe, el ver, el no querer dudar, el hablar: todos son elementos de importancia crítica de la ley de los milagros. Jesús recalcó otra cosa en el episodio de la higuera: "Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas" (Marcos 11:25).

Con esas pocas significativas palabras, Jesús señaló el mayor obstáculo para la obra de los milagros en el mundo visible: la falta de perdón. Tanto hombres y mujeres, cristianos y no cristianos, guardan rencor. Todo el poder de Dios que pudiera haber dentro de ellos es roído por medio del resentimiento. La falta de perdón lo puede destruir todo.

El perdón continuo y el amor continuo son esenciales en la ley de los milagros.

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