jueves, 23 de octubre de 2008

¿Amas de verdad?

¿Te paras frente al microondas gritando: “¡Vamos, apúrate!”? ¿Te impacientas al preparar café instantáneo? Por desgracia, no podemos comprender a Dios, que es tan poderoso y paciente a la vez. Cuando Dios no hace lo que queremos nos ponemos impacientes, molestos., Debemos aprender este divino principio de la naturaleza del Señor: ¡Las demoras de Dios no son negativas de Dios!

Uno puede cargar toneladas de mercadería de un lado de los barcos cargueros y no se vuelcan. Por otra parte, una canoa se volcaría muy fácilmente; apenas se desequilibra el peso, uno cae al agua.

¿Vas tú en una canoa o en un barco carguero? ¿Se vuelca ante la menor provocación? ¿O eres como un carguero, firme y sólido en todo momento? El amor es paciente. ¿Cuán paciente eres contigo mismo y con los demás?

¿Quieres hacer algo grandioso por Dios? Entonces se amable con tus hijos. El resultado puede llegar a ser dramático. Y extiende esta amabilidad a todas las personas que te rodean: familia, empleo, iglesia, etc.

¿Qué hay de malo en los buenos modales? Todavía sigue siendo apropiado acercarle la silla a una dama antes de que tome asiento. Aún sigue siendo apropiado abrir la puerta para que pase su esposa, aunque lleve veinticinco años de matrimonio. Todavía sigue siendo apropiado mantener una conversación sin condimentarla con malas palabras. Aún sigue siendo apropiado enviar tarjetas de agradecimiento a los amigos y familiares. ¿Eres educado?

Los modales se aprenden, no se contagian, como sucede con un virus. Los hijos en cada hogar llevarán los modales que aprendan de sus padres a sus propios matrimonios y a la sociedad. Los modales pueden ser la voz más clara del amor.

En su retrato del amor el apóstol Pablo escribió: “El amor… no busca lo suyo” (1 Corintios 13:5). El amor no insiste en salirse con la suya. El verdadero amor no busca una ventaja egoísta. Encontramos este tipo de lealtad a menudo en la Biblia. Basta con el ejemplo de Rut y Noemí. Pablo escribió: “El amor no busca el mal” y “el amor todo lo espera”. Sin embargo, cuando tenemos baja autoestima, pensamos cosas malas acerca de nosotros mismos y nos negamos a esperar lo mejor para nosotros.

¿Qué es la autoestima? El diccionario Webster la define como “respeto a uno mismo”. Fundamentalmente, la autoestima es el modo en que nos vemos a nosotros mismos.

¿A quién ves en el espejo? ¿Te gusta lo que ves? El modo en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos determinará nuestra respuesta a cada una de las siguientes preguntas:

¿Te gusta Dios? ¿Te gusta pensar en tu futuro? ¿Te gusta tu esposa? ¿Te gusta tu esposo? ¿Te gusta alguien? ¿Querrías ser otra persona?

El modo en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos determinará nuestro futuro espiritual, emocional, intelectual y financiero.

Uno e los secretos mejor guardados del éxito es el siguiente: debemos sentir amor dentro de nosotros antes de poder darlo a otros.

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